sábado, 14 de agosto de 2010





Amanece todos y cada uno de los días y siempre me despierto con el sol tocando mis ojos, no los abro por miedo a darme cuenta de que ya no estás, que te has ido, así que los mantengo cerrados y dejo correr mi imaginación…
Noto tu cuerpo entre mis sabanas, escucho el latir de tu corazón detenidamente como si fuera la mejor melodía del mundo y mis brazos te abrazan por la cintura para no dejarte ir, mientras tú acaricias mi pelo con suavidad y como si no pudiera ser verdad el cielo se nubla, un rayo lo atraviesa y la lluvia comienza a caer, que extraña coincidencia, yo vuelvo a la realidad y me encuentro abrazada a la almohada, empapada por mis lagrimas…♥

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